Monday, January 24, 2011

Poda o corte de reducción - Spanish

Poda o corte de reducción - Spanish

Este artículo fue escrito en el verano de 2002 e impreso posteriormente en Internacional Bonsai.

Poda o corte de reducción

Por Walter Pall

Traducción: Pedro Herrera

En relación a la poda de árboles se pueden definir tres tipos de poda en general:

1) Poda de mantenimiento: ésta es la que se tiene que hacer ininterrumpidamente con cierta regularidad cuando se trabaja el árbol. Se realiza en todos los árboles, incluso en los terminados.

2) Poda de desarrollo: cuando un árbol está en la fase de desarrollo a menudo necesita podas más o menos drásticas que cambien y mejoren el diseño general.

3) Poda de reducción: cuando un bonsái se inicia procedente de un árbol natural son necesarios uno o varios cortes estratégicos para definir el futuro diseño básico.

En este artículo hablaremos de la poda de reducción. Se trata de un acortamiento drástico de un árbol que ya ha crecido durante algún tiempo. Esta es la intervención decisiva que hace de un árbol normal un futuro bonsái, o prebonsái. Puede proceder de un vivero o de un árbol cultivado en jardín o en el campo.

Incluso un árbol que procede de semilla o esqueje necesita eventualmente tal tipo de poda drástica, al menos una vez.

Durante la práctica de la poda de reducción el diseñador de bonsái trabaja como un escultor que elimina del bloque de piedra o madera todo lo que no es necesario. Lo que quede es la materia prima que se convertirá en un bonsái. Después de la poda el árbol se deja crecer libremente durante un tiempo. Después se seguirá diseñando con podas de desarrollo que pueden ser aún algo drásticas. En la etapa de refinamiento, por lo general, sólo se efectuarán podas de desarrollo y mantenimiento menores.

Hay tres métodos de poda drástica para obtener eventualmente un prebonsái:

1) Se deja crecer el árbol libremente hasta que es algo mayor de la altura deseada. Luego se forma la copa. Por lo general, la parte superior se cortará por completo y una rama alta se sube hacia arriba para formar el nuevo ápice. Esto asegurará buena conicidad en el área de la copa. La copa se formará con podas de desarrollo que aseguren no salirse de las proporciones. El verdadero problema es la ausencia de conicidad del tronco con este método. Este fallo principal es casi incorregible. Muchos aficionados mantienen tales árboles con copas agradables, pero con poca conicidad en el tronco. Esperan en vano, después de muchos años, obtener al final un bonsái verdaderamente bueno. Se puede intentar crear más conicidad en tales árboles dejando crecer libremente algunas ramas durante mucho tiempo. Aportando mucho alimento engrosarán el tronco y la base considerablemente. Se cortarán eventualmente todas las ramas, dejando una gran herida. Estas son las llamadas ramas de sacrificio. Si no se hace nada, difícilmente se desarrollará por sí misma una buena conicidad.

2) El segundo método consiste en árboles procedentes de semilla o esqueje. Se cortan pronto en un punto estratégico. Con la rama más alta se continuará después el eje del tronco. Se pueden formar ángulos agudos en el eje del tronco o crearlos rectos, pero disminuyendo el grosor de los troncos para árboles en forma vertical formal. Hay que tener en cuenta que los ángulos del eje del tronco se corregirán en el árbol a lo largo de los años. Lo que era un tronco con varias curvas al principio, con el tiempo se hará mucho más recto por los mecanismos de crecimiento del árbol. Este método es largo, pero efectivo. Es el método profesional de los grandes viveros de bonsái. Una desventaja es que los árboles al final se parecerán demasiado, incluso en cierta medida serán todos iguales y, a menudo bastante aburridos.

3) A veces se puede obtener un bonsái excelente con un tercer método. Se buscan árboles que hayan crecido durante bastante tiempo y que sean apropiados para una poda drástica. En algunos árboles recolectados la naturaleza les ha hecho crecer de tal forma que con un corte apropiado se puede obtener un buen bonsái con buena conicidad y buena posición de ramas. Con las coníferas a veces se puede crear un bonsái de forma instantánea con dicha poda drástica. Normalmente habrá que añadir, sin embargo, un largo periodo de desarrollo y refinamiento. Por lo general, lleva muchos años o incluso décadas para un árbol caducifolio. Con este método se crean con frecuencia bonsáis muy interesantes y a veces sobresalientes.

En principio, el corte de reducción se puede hacer en cualquier lugar del tronco. Es sólo una cuestión de lo que quiera obtener el aficionado al bonsái. Por supuesto, también depende de las propiedades de las especies utilizadas. Los árboles caducifolios a menudo se pueden cortar incluso por debajo de la rama más baja, aún sin haber brotes visibles. Siempre se debe considerar seriamente utilizar esta opción cuando una rama está colocada en un lugar favorable en el que se pueda cortar y obtener la rama que podría convertirse en eje del tronco.

El ángulo de corte es importante. Por lo general se recomienda cortar en diagonal. La diagonal se elige de forma que se disminuya el cambio drástico de conicidad, por lo general entre el tronco y el nuevo ápice. Es muy importante decidir el frente definitivo antes de efectuar el corte. Por lo general no se desea ver el corte desde el frente porque si es muy grande creará para siempre una cicatriz o agujero horribles. Esto llamará la atención y será siempre indicativo de la intervención artificial. A veces, sin embargo, se quiere incluir un gran agujero en el diseño de árboles caducifolios. Entonces el corte puede estar delante. Las coníferas generalmente se diseñan con madera muerta de todas formas. Así que el corte drástico se puede utilizar a menudo para aprovechar el diseño general fácilmente. El frente se decidirá por el nebari, la línea del tronco y la posición de las ramas, si las hay. Además, se podría cambiar ligeramente la posición del gran corte de reducción.

Un corte diagonal inmediato, sin embargo, a veces tiene desventajas decisivas. Si la primera poda de reducción se hace inmediatamente en diagonal, por lo general se va a morir de nuevo una parte importante o el tronco. El corte en árboles caducifolios y en coníferas en los que no se plantea un jin superior debería ser primero horizontal y luego al árbol se le debe dejar que haga su propio diseño. Parte del tronco se secará nuevamente, algunos brotes se desarrollarán. Después de unos meses o en el siguiente período vegetativo se puede ver cómo ha crecido el árbol y entonces finalmente cortar en diagonal. Uno se queda con tantos brotes ya existentes y desarrollo del callo, como pueda. Este método también tiene la ventaja de tener muchos brotes vigorosos que dan mucha fuerza, cerrando así la gran herida más rápidamente.

En coníferas es mucho más fácil que la poda de reducción obtenga buenos resultados inmediatos que con árboles de hoja caduca. Es muy importante, por supuesto, asegurarse que permanezca una cantidad suficiente de verde en el árbol. Por lo general, se tenderá a crear un jin superior con una parte del tronco original. Entonces el punto de corte puede estar, o debería estar, en el frente. Un árbol con un jin superior siempre debe tener algo de madera muerta adicional en otras partes del árbol con el fin de parecer natural.

La altura del corte depende de su finalidad y las circunstancias. A excepción de la forma Literati, generalmente se desea un tronco bastante grueso en relación a la altura del árbol. Se debe saber la altura final prevista del bonsái. Esto no es lo mismo que la altura del corte, por supuesto. Hay que añadir el crecimiento de la copa. Una buena proporción de un bonsái es una relación 1:6 de anchura del tronco respecto a la altura definitiva del árbol. Por tanto, el primer corte se puede establecer a una altura que es de tres a cinco veces el ancho del tronco. El diseñador debería pensarse mucho esto, porque ésta será la medida de diseño más crucial en la vida de un bonsái. Para ello, puede ayudar un dibujo con las medidas. Un buen método para predecir el efecto es tomar un pañuelo o papel para ocultar la parte del árbol que se desprenderá. Por cierto, los aficionados suelen cortar demasiado alto. Esto significa que tienen que vivir con malas proporciones para siempre o que el corte correcto se tendrá que hacer posteriormente.

Una reducción extrema sería situar el corte horizontal directamente sobre la superficie de enraizamiento. Esto sólo se puede hacer con las especies de árboles caducifolios, que se sabe que brotan con facilidad. Si el árbol estaba sano antes de la poda, aparecerán numerosos brotes en el borde del corte. Más tarde serán diseñados en la forma multitronco o grupo. Dado que todos los brotes son de la misma edad también tendrán aproximadamente el mismo grosor. Hay que tener cuidado de que algunos troncos seleccionados se puedan desarrollar mejor que los otros y por lo tanto ser claramente más gruesos.

Para las heridas grandes, la técnica actual es dejarlas sin sellador, porque ésto no ayuda y puede incluso causar daños. Es una ventaja si la herida se encuentra a pleno sol, porque se curará más rápido. Al menos una de las ramas por encima de la herida debería crecer libremente durante algún tiempo. Esto asegurará que fluya la suficiente energía hacia abajo para crear el callo que cierre el agujero.

Si se ha colocado un corte horizontal en primer lugar, entonces se continuará con un corte diagonal después de que los brotes hayan aparecido. Sólo se debe cortar cerca de la yema o brote terminal en el período más activo de finales de la primavera y principios del verano. En cualquier otro momento el brote o retoño que estaba destinado a convertirse en el nuevo líder puede secarse. Por lo tanto el corte se coloca de modo que se deja un muñón que se secará y se suprimirá cerca del brote vivo en el siguiente período vegetativo con una herramienta de corte. Sin embargo, con muchas especies de hoja caduca no hace falta tener ese cuidado. Esto es especialmente cierto con árboles muy jóvenes. Por lo general aparece un nuevo ápice cuando el viejo se seca. De cualquier forma, es posible que el modelo planificado se destruya y se tenga que trabajar con un nuevo ápice que sea inferior al planeado. ¡Esto a menudo puede ser una ventaja!.

Por lo general también algunas ramas gruesas se tienen que quitar durante la poda de reducción. En caso de duda, se quitan las ramas que se encuentren en el interior de una curva. Se debe conseguir acortar las ramas en un punto donde una ramilla primaria con una línea agradable pueda hacerse cargo del nuevo eje de la rama. Si una rama se divide en tres ramillas en un punto, casi siempre es buena idea quitar la central y seguir trabajando con las otras dos. En la parte inferior de la copa, las ramas gruesas se dejan mientras que en la parte superior se quitarían y seleccionando las ramas delgadas.

Después de cortar el ápice y las ramas gruesas, el árbol debe alimentarse bien. El resto de ramas y los nuevos brotes pueden crecer libremente durante una temporada. Esto hará que las heridas se curen más rápidamente y también se reducirán los más o menos inevitables cambios drásticos de conicidad.

Después del primer corte, que se colocó lo más abajo posible, el árbol se dejará crecer libremente durante un período vegetativo. El siguiente corte tendría que ser, de nuevo, tan bajo como sea posible. Por lo general, tiene ventajas colocarlo en el lado opuesto al primer corte. También es posible desarrollar coníferas jóvenes de esa manera, siempre y cuando se tenga cuidado de dejar siempre el suficiente verde y brotes en lo que queda después de la poda.

No es absolutamente necesario planificar exactamente la evolución del diseño con el tiempo. Se puede cortar y darle al árbol la oportunidad de crecer de forma aleatoria. En los próximos años el árbol se poda como un seto, sólo teniendo en cuenta la silueta, no la estructura. Luego, después de unas temporadas el árbol se trasplanta y se trabaja a partir de ahí y seleccionando la mejor de las posibilidades que se hayan desarrollado. Esto es básicamente lo que hace la naturaleza cuando los árboles son pastados por los animales. Los animales ramonean indiscriminadamente los árboles a principios de primavera y lo repiten todos los años. Al cabo de muchos años se desarrollan arbolitos muy interesantes que tienen muy buena ramificación y las opciones de diseño más interesantes.

Los animales desde luego no quieren diseñar bonsáis, sólo comer. Así, al azar, se desarrollan formas mucho más interesantes que si alguien hubiera tenido en cuenta cada corte.

Cuando los árboles tienen raíces débiles y se trasplantan o se plantan en tierra a menudo no es una buena idea podarlos de inmediato. Es mejor dejarlos que se establezcan y desarrollen primero un buen enraizamiento. En un árbol con raíces débiles no brotarían todas las yemas. Algunas se secarían y algunos brotes se secarían después de su aparición. Un árbol sólo puede abrir y desarrollar el número de brotes que puedan ser sustentados por las raíces. Por lo tanto, se dejarán solos durante un año y cuando las raíces se hayan desarrollado bien, se puede podar drásticamente.

Si se quieren desarrollar troncos muy gruesos es mejor esperar unos años. Los árboles que crecen en el campo pueden alcanzar unos metros de altura antes de podarlos. Con el fin de alcanzar un diámetro de tronco de 10 cm para el bonsái definitivo, la materia prima en el momento de la poda de reducción deberá tener ya un diámetro de 7 cm.

Las podas de reducción continuarán hasta que las grandes heridas hayan sanado y se establezca la estructura general de las ramas principales. Sólo entonces llega el momento de plantar el árbol en una maceta más pequeña. A partir de entonces sólo crecerá muy lentamente. Ahora empiezan las fases de desarrollo y refinamiento.

Habría que considerar que durante el largo periodo de tiempo de desarrollo del material de bonsái, el diseñador de bonsái también evoluciona. Por lo general, al principio, se quieren diseñar árboles bien definidos, "bonitos". Al cabo de unos años esto se vuelve aburrido, porque los árboles son todos iguales ("bonsáis cortados en serie"). Uno empieza a interesarse en formas nuevas y más interesantes. En ese momento, los árboles que se iniciaron unos años antes estarán listos para su refinamiento. Lamentablemente, entonces, son demasiado aburridos para los aficionados de bonsái avanzados. Por esta razón uno debería desarrollar material que parezca, de momento, suficientemente versátil.